La relación entre salud y discapacidad puede ser compleja en el sentido que pueden intervenir factores asociados a la discapacidad difíciles de estimar. Por eso, la percepción de cada persona es un buen indicador de medición, sobretodo si se considera que la salud no es tan sólo la ausencia de enfermedad. La percepción del estado de salud por parte de las personas con y sin limitación de actividad es diferente. En el caso de las personas con limitaciones se percibe peor el propio estado de salud.