Las prestaciones sociales no contributivas a personas con discapacidad no han dejado de disminuir desde el 2002 hasta el 2014 (excepto en el periodo 2012-2013 en que prácticamente se mantiene estable). Así pues, mientras que el 2002 por cada 1.000 habitantes había 11,76 (de entre 16 y 64 años) con prestación no contributiva de discapacidad, el 2014 esta cifra se reduce al 7,25.